Cuando me acerco hasta esa orilla
clara,
dibujada sonrisa de mi río,
cuando solo un suspiro me separa,
me despojo de todo lo sombrío.
La cosecha de pesca ha sido avara,
hoy solo hubo marejada y frío,
mi triste corazón se desampara
y busco un sol costero dentro mío.
De pronto los diviso allí en la
arena,
buscando presurosos el encuentro,
palomas sus manitos levantadas.
Me arrancan mis gurises mustia
pena,
los abrazo, disfruto ese momento,
mientras busco los ojos de mi
amada.
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