martes, 4 de marzo de 2014

AQUI EN LA COSTA



Tiene mi alma un presentimiento,
aquí en la costa mi niño florecía
y este cielo costero me traía
los mil secretos que guardaba el viento.

 El cielo era solo el instrumento
en realidad, sentía lo que yo quería,
llegar allí cuando caía el día
y palpar ese azul que aún hoy siento.

 Y allí bebía ese paisaje puro
y aquello que en mi vida estaba oscuro
se hacía un comapán de luz en vuelo.
  
Por eso mi alma, cuando está vencida,
regresa a esos recodos de la vida,
a la dulce niñez de agua y cielo.

Fotografía: Carlos Martinez

lunes, 24 de febrero de 2014

LA MUERTE DE LA CIGARRA



Ardorosa melodía el viento acuna,
el agua calla y el río se espanta,
la música estridente se agiganta
rompiendo los cristales de la luna.


Despierta al gurisito de la cuna
el juguete nostálgico que canta,
desafina su flauta, desencanta,
pero cantar es toda su fortuna.


Sus alas transparentes, en el verde
de los sauces se posa y se pierde,
y estalla su canción tan candorosa.


Gime… Y la luna que salió del río,
mojada aún y un poco temblorosa,
le ofrece su mortaja de rocío.

Fotografía: Ramón Mioletto

LA FLOR DEL PANADERO


Ya vuela un panadero desprendido
alita de ángel buscando la altura,
mi corazón de hombre no ha perdido
ese soplo de luz y de ternura.


Algunas cosas se hicieron olvido
de aquel tiempo feliz, todo dulzura,
pero aquel copo blanco suspendido
sigue en mi alma de cielo y de llanura.


Esos recuerdos tiernos e inocentes
regresan a mi mente, vagamente,
son esas cosas simples que he guardado.


Y a veces busco ese tiempo azul y espero
que se acerque a mi mano un panadero
y me traiga aquel ángel no olvidado.



domingo, 16 de febrero de 2014

LAS NUBES


Las veo cruzar en largas procesiones,
monjitas blancas de un azul firmamento,
en un ir y venir van con el viento
esparciendo en el cielo sus jirones.

A veces yo descubro algún retrato,
bellos rostros que me llevó la vida,
y es allí cuando en mi alma estremecida
alegría y dolor, vienen de a ratos.

Recupero los sueños olvidados,
aquella boca que besó mi frente,
aquella madre de caricias tiernas.

Y entonces me parecen diferentes,
descubro en esas nubes lo sagrado
y duele menos esa ausencia eterna.

Fotografía: Carlos Martinez

viernes, 14 de febrero de 2014

CASI NIÑOS



Un retazo de sol he descolgado
quizás el mismo sol de aquella infancia
y aunque hoy me golpea la distancia
yo aún guardo aquel niño enamorado.

Casi niños los dos, y un mediodía,
allí en tu boca se posó mi vuelo,
desde entonces tú fuiste mi desvelo
y la única razón de mi alegría.

Y fue allí que tracé el primer poema,
reía con tus sueños caprichosos
y te di la flor más bella de un invierno.

No sé qué ha sido… ¿quizás la luna llena?,
me ha traído tu nombre tan hermoso,
el que guardé un setiembre en un cuaderno.

Fotografía: Carlos Martinez


AUSENCIA DE MADRE



Hoy descubro poemas escondidos,
recuerdos que quedaron olvidados,
ahora que mis días te han perdido
quisiera darte el beso tan soñado.

Hay días, cuando llegan las tristeza,
te busco en los caminos de la vida,
y quisiera encontrar esa simpleza
con que andabas y andabas, cada día.
  
Y entonces tu recuerdo vive y crece
y se inunda de luz el alma mía,
y aquel amor tan puro permanece.
  
Y aunque sé que no estás, que has partido,
que tu ausencia me duele cada día,
nadie puede quitarme lo vivido.

Fotografía: Carlos Martinez

jueves, 13 de febrero de 2014

POR SIEMPRE LINARES



Su voz profunda me llega todavía
navega suavemente el largo río,
y en la tierra entrerriana es regadío,
flor silvestre, terruño, lejanía.

Quizás no sabe esta tierra mía
que esa voz se apagó en un triste estío,
pero fieles cantores de Entre Ríos
van cantando sus coplas día a día.

Partió es verdad, pero nunca ha callado,
canta Linares en el  trino alado
y  en la madre costera, esperanzada.

Será por siempre el corazón paisano,
de este pago bendito, enamorado,
lucero ardiente en mi cielo entrerriano.

Fotografía: Gustavo Cabral.