Ya vuela un panadero desprendido
alita de ángel buscando la altura,
mi corazón de hombre no ha perdido
ese soplo de luz y de ternura.
Algunas cosas se hicieron olvido
de aquel tiempo feliz, todo dulzura,
pero aquel copo blanco suspendido
sigue en mi alma de cielo y de llanura.
Esos recuerdos tiernos e inocentes
regresan a mi mente, vagamente,
son esas cosas simples que he guardado.
Y a veces busco ese tiempo azul y espero
que se acerque a mi mano un panadero
y me traiga aquel ángel no olvidado.
soplo de luz y de ternura...
ResponderEliminarrecuerdos tiernos e inocentos...
la FLor del Panadero marca la infancia, no?
Me gusto tu poesía.
Saludos