Ahí
está,
el viejo pescador de atardeceres,
y un cielo herido de vaivenes y sufrimientos.
Ahí está,
el viejo pescador de sueños idos,
hoy brilla la sonrisa en sus ojos
y en sus labios florece un sapucay,
la pesca ha sido buena,
hoy, quizás,
hasta le alcance para el juguete
que le reclaman sus gurises.
El ala del sombrero oculta sus tristezas
junto al río que corre,
su río…, dicen que su agua es dulce,
aunque a veces, cuando bebe un sorbo,
la siente amarga, como sus días.
Ay! mi hermano pescador doliente,
terco y calmo, sufrido y fuerte,
manso a veces
y en otras, bravo como el río
en tiempos de crecientes.
Ay! mi amigo el pescador,
su sol desaparece,
igual al sol del cielo costero,
uno enrojece las aguas mansas
de un río, hoy calmo,
el otro, le entibia
su alma dolida y cansada
Ay!... mi pescador amigo,
ojalá tu espinel atrape un surubí de sueños…
Ay!... como me dueles mi pescador amigo.
Te dejo unos versos… no sé si te sirven…
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