En sus manos florece una guitarra
y algún zorzal les contagió su trino,
su canto es alegría en los caminos
y a veces una pena que desgarra.
Orlando, río sabio, río viejo,
Efraín, río joven, correntada,
en los dos hay un cielo de bandadas,
uno es urgencia y el otro consejo.
En ellos la canción se vuelve sueño,
hay un alma argentina estremecida,
en su voz se hace viento la esperanza.
Su copla, amigos míos, tiene dueño,
ese canto de fe, justicia y vida,
es bandera de amor en lontananza.
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