Canto a las
manos humildes
artesanos de
mi pago,
herencia de
tiempos viejos
esas manos
heredaron.
Manos que de
noche tejen
en algún
poncho sus sueños,
mezclando el
verde del sauce
con el rojo
de los sueños.
Manos que
trenzas los tientos
con los
misterios del alma,
y otras que
cuentas sus penas
al corazón
de la palma.
Artesano de
mi tierra,
de los dedos
machacados,
a veces se
van los sueños
en el barro
derramado.
Sabias manos
que se mueven
en cálido y
manso vuelo,
en esas
manos se juntan
las
estrellitas del cielo.
Coplitas
simples, cantadas
en tu
memoria, artesano,
coplitas que van pidiendo
-que sean
benditas tus manos-.
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