La ribera desgranaba
mansamente sus rosados,
y el viejo río traía
su andar antiguo y cansado.
Entre gotas de rocío
mis ojos se iluminaban,
yo era feliz en la costa,
allí hizo nido mi infancia.
Me reencontré con mi amigo,
aquel de las correntadas,
él sigue andando y andando
siguiendo un camino de agua.
A pesar de tantos años
los dos nos reconocimos,
volvió a refrescar mi alma
como ayer, cuando era niño.
Yo, inmóvil allí en la orilla,
él, hacia el sur se marchaba,
que estrella andará buscando
siguiendo un camino de agua.
A veces él me contaba
de un amor sin esperanza,
y de un destino de ausencias
siguiendo un camino de agua.
A veces soy como el río
alguna ausencia me abraza,
y he perdido algunos sueños
por un destino sin pausas.
Por eso quiero a este río,
el que siempre se alejaba ,
y a veces lloramos juntos
siguiendo un camino de agua.
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