DOÑA CATA, LAVANDERA

Ahí va camino a la orilla
Doña Cata, la costera,
y los gurises en ronda
le van formando la estela.
Que misterios tiene Cata,
ríe, aunque guarda mil penas,
si hasta el sauce se va en llanto
cuando la ve en la ribera.
Herencia de razas indias
tiene Cata, la costera,
el río viejo que corre
le va llevando las penas.
Todos le dicen “la Cata”,
patrona de la ribera,
un retacito de ceibo
se ha prendido a su pollera.
Con los manojos de ropa,
cuando la veo en las piedras

mujer y río parece

 que son una misma cosa.
Y al caer la tardecita
con la ropa en la cabeza,
regresa Cata, cansada,
más no se escapa una queja.
Sus ojos buscan el río
se viene una sudestada,
pero por suerte ya escucha
el golpe de una remada.
Ya está el fogón encendido,
ya está chillando la pava,
“amargos” y tortas fritas,
completarán la jornada.
Roja agonía en la costa,
van galopando las sombras;
y en un eco musiquero
alguna canción la nombra:

“Que secretos tiene Cata para lavar,
de cuclillas en las piedras la veo fregar;
y aunque el agua es turbia
su ropa limpia siempre quedará”.