Hoy en la arena
escribiré tu nombre,
será una tarde mía,
sin olvidos,
mi corazón será un
pájaro herido
buscando algún
recuerdo que lo asombre.
Y allí, seré quizás,
sauce costero,
llorando
eternamente tu partida,
compartiré del ceibo
sus heridas,
él sabe, por tu
ausencia, yo me muero.
Mi corazón será un
zorzal sediento
buscando tu canción a
cada paso,
queriendo regresar al
viejo tiempo.
Más quedaré de nuevo
sin aliento,
y le dirá a m i alma
un mustio ocaso,
su nombre ya es
ausencia y es silencio.
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