Una vieja angustia
desbordó mi alma al ver su figura.
Su carita sucia
y en sus ojos lleva palidez de luna;
de alitas caídas
angelito pobre de un cielo olvidado,
florcita silvestre
sobre frágil talle, tan desamparado.
Detuve mis pasos
y sin darme cuenta estiré mi mano,
flotaba en el aire
tenía su mirada
un cielo de penas, de estrellas perdidas,
y una camisita
raída de tiempo cubría su alma herida.
Niño de mi pueblo
quisiera esta noche entibiar tu invierno,
y al jugar contigo
reencontrar ternuras de los viejos tiempos;
préstame tus alas
y busquemos juntos el vuelo perdido,
dime que aún es tiempo
de trepar al árbol y encontrar el nido.
Niño de la esquina
de los ojos tristes, del andar cansino,
por mi apuro de hombre
mi amor te ha dejado solo en el camino;
soy un habitante
de un mundo cansado, cargado de olvidos,
que no tiene tiempo
para un gorrioncito que tiembla de frío.
Niño de mi pueblo
quisiera esta noche entibiar tu invierno.
y al jugar contigo
reencontrar ternuras de los viejos tiempos;
préstame tus alas
y busquemos juntos el vuelo perdido,
dime que aún es tiempo
de trepar al árbol y encontrar el nido.
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