Esperaré a que duermas
y te diré: princesa,
mi capullito tierno,
mi corazón gobiernas;
te inventaré los versos
más dulces de mi vida,
te los diré al oído
aunque tú estés dormida.
Y cuando estés dormida
abriré la ventana,
para que una estrellita
se acurruque en tu cama,
y jugarán contigo
los duendes y las hadas,
yo, yo miraré de lejos
con el lma extasiada.
Y cuando estés dormida
abriré la ventana,
para que una estrellita
se acurruque en tu cama,
y jugarán contigo
los duendes y las hadas,
yo, yo miraré de lejos
con el lma extasiada.
Te besaré en la frente
con toda mi ternura,
y dejaré en tu almohada
un gajito de luna;
te cantaré la nana
más dulce, recordada,
aquella que la abuela
de noche me
Te miro y yo te juro,
me devuelves la calma,
y siento un viento fresco
que me sacude el alma.
Esperaré a que duermas,
te cantaré la nana,
y cantará conmigo
tu Ángel de la guarda.
Esperaré a que duermas
y soñaré despierto,
que vienes tambaleante
a quedarte en mis brazos,
y yo extiendo las manos
y florezco en ternuras,
y los dos nos fundimos
entre besos y abrazos.
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