domingo, 9 de septiembre de 2012

HOMBRE Y RIO




Siempre lo encuentro tan cerca del río,
su huella digital está en la arena,
sus manos son de piedra y de rocío,
la costa para él, es gozo y pena.


Su gloria es ser costero, y el hastío,
nunca pudo doblar su alma plena,
cuando siente su corazón vencido
algún dolor antiguo, le enajena.


Larga y dura ha sido la jornada,
y a pasitos nomás en su ranchada
se plegaron retazos del estío.


Hombre y río enlazados en un sueño,
igual que el zorzalito ribereño
él va buscando la quietud del nido.

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