miércoles, 5 de septiembre de 2012

EL RIO Y LA VIDA



En las islas, el sol se ha recostado.
Avanza el río en su incansable viaje.
En la ribera deja su ropaje
Un triste camalote desahuciado


Y al ver las aguas caminando lejos,
llevando un sueño costero olvidado;
revolví aquel cajón de mi pasado
y quise darle aquellos trastos viejos.
  

Pero él siguió su marcha...  inmutable.
Cumpliendo su camino insondable.
Aunque en manso silencio repetía:


Debe el hombre cumplir con su destino
aunque rasgue su piel en el camino,
es la vida...  penitas y alegrías.

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