En las islas, el sol se ha recostado.
Avanza el río en su incansable viaje.
En la ribera deja su ropaje
Un triste camalote desahuciado
Y al ver las aguas caminando lejos,
llevando un sueño costero olvidado;
revolví aquel cajón de mi pasado
y quise darle aquellos trastos viejos.
Pero él siguió su marcha... inmutable.
Cumpliendo su camino insondable.
Aunque en manso silencio repetía:
Debe el hombre cumplir con su destino
aunque rasgue su piel en el camino,
es la vida... penitas y alegrías.
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