martes, 18 de septiembre de 2012

LOS GURISES



Caminito de cardos y de espinas
aturdido de gritos y lamentos,
su larga cabellera el sauce inclina
mientras juega su sombra con el viento.


Presencia de gurises en bandada
y toda la ribera se ilumina,
el monte una sonrisa dibujada,
nuestro clamor le quiebra la rutina.


Arroyito… verano y mojarrero.
El duende de la siesta nos convoca
y nos tiñe la piel el manso enero.


Nuestro fresco fervor levanta vuelo,
una risa apurada se desboca
rasgando el terciopelo azul del cielo.

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