Mi pueblo tiende dos puentes
y un “caballito pintado”
y a orillitas de ese arroyo
tengo un secreto guardado.
Por mi pueblo pasa un río
milenario y andador,
sus aguas pasan y lavan,
las penas del pescador.
Soy de un pueblo con historia
de caudillo y montonera,
de leyendas y misterios,
de luchas y de epopeyas.
En mi pueblo los sauzales
andan llorando tristezas,
y allá en el puerto, los ceibos,
gotitas de sangre dejan.
Mi pueblo es de rio y cielo
y de solapas siesteras,
el sol se hace gurisito
cuando baja a la ribera.
En mi pueblo hay una plaza
con árbol, paloma y flor,
y un campanario tan alto
donde se acurruca el sol.
En mi pueblo se perciben
a flor de piel los recuerdos,
y un duende costero pinta
los ocasos de su cielo.
Mi pueblo desde hace tiempo
es dueño de mi canción,
no lo cambio por ninguno
aunque exista otro mejor.
Porque mi pueblo es mi alma,
es nostalgia y es candor,
él ha grabado su nombre
a fuego en mi corazón.
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